Cuando el mundo duerme, Juan Clemente sueña, y lo que sueña,
lo comparte. Al principio en un blog de nombre creadoportodos donde ya estaban
algunos de los relatos recogidos en el libro.
Esos cuentos, siempre acaban con la sentencia la luz ilumina
la oscuridad. Esta frase es perfecta para resumir su obra, ya que es allí donde
el autor se encuentra más cómodo, en las sombras proyectadas desde una pequeña
luz, en la insinuación más que concreción, en lo que se piensa y no se dice, en
la mezcla de una realidad friccionada con una ficción real.
En Locura transitoria sigue la anterior senda marcada y nos
propone un ejercicio de autoexploración en donde su principal propósito es
hacer pensar al lector, el cual tiene que rellenar esos espacios en blanco que
deja cada historia.
El lenguaje es claro y conciso, aparentemente simple, pero
cumple a la perfección su cometido de hipnotizar poco a poco, como el baile de
la cobra, para luego cuando ya estés rendido, inyectar el veneno.
El autor concibe un viaje a los lugares más profundos de la
mente, esos intangibles imaginados, partiendo de la realidad en la que en
teoría nos encontramos y es aquí cuando nos sacude y nos susurra, que la
realidad no es como la vemos o es una realidad momentánea o es directamente
inventada por algún desconocido sector de nuestro cerebro.
El juego al que asistimos perplejos, es más complicado de lo
que pueda parecer en un primer momento, ya que se encadenan todo tipo de
preguntas y se crea una espiral de pensamiento de la cual es difícil escapar.
Una vez que te sumerges en el libro, no hay remedio ni defensa, y empiezas a
cuestionar cosas que supuestamente tenías claras.
Si el más poderoso aliado de la cordura es la sensación de
normalidad, cada relato hace temblar estos pilares básicos y consigue que
emerjan esos diminutos miedos que todos guardamos en secreto.
Cada relato tiene la finalidad de quitarnos la venda de los
ojos, hacer que miremos todo lo cotidiano de manera distinta. Cada relato
cuenta el enigma de la sombra de la locura. Cada relato obliga a pensar de
diferente manera a lo usual.
Al finalizar la lectura es cuando te das cuenta que
realmente la luz ilumina la oscuridad, algo se enciende en tu interior y te
dice: ¿Es cordura o es locura? ¿Es real o
es sueño? Lo que veo, lo que oigo, lo que palpo. ¿Soy realmente libre?
Posiblemente creemos que somos libres y vemos libertad a
nuestro alrededor, pero desde cada celda de Alcatraz, había una maravillosa
vista de la bahía de San Francisco.
Antes tenía unos conceptos marcados a fuego, intocables,
inamovibles, sabía que la lluvia era real y el arco iris es ilusión. Ahora no
lo tengo tan claro.
Ojala a Juan Clemente se le cumplan todos sus sueños, no,
todos no, todos menos uno. Así podrá seguir soñando y nosotros con él, porque
lo único que tengo claro es que lo esencial es seguir soñando, como esencial es
la lectura de Locura transitoria.
¡¡Gracias Dany!!La luz ilumina la oscuridad